viernes, 24 de octubre de 2014

El Mudrá y la Danza en India

"Para el hombre arcaico, la danza ocupaba un lugar central en la vida de la comunidad; se danzaba para despertar el psiquismo colectivo de la tribu, para acceder a la sacralidad, para promover la fertilidad de la tierra, la benevolencia de las fuerzas de la naturaleza, para colocarse en sintonía con el ritmo del cosmos.

En la mitología puránica, Shiva Nataraja aparece como el danzarín cósmico, marcando con sus movimientos el ritmo del universo manifestado. Danza envuelto en una esfera de fuego (representado plásticamente como el círculo ígneo que lo envuelve), llamas que transforman y destruyen el mundo en el final de cada ciclo.

Las analogías entre éste mito y los últimos descubrimientos de la física son, como mínimo, sorprendentes:

"Sentado en la playa, a la vera del mar en una bella tarde de verano, mirando las olas quebrar mientras acompañaba mi ritmo respiratorio, repentinamente supe que todo cuanto me rodeaba era una gigantesca danza cósmica. Como físico, sabía que las rocas, la arena y el aire a mi alrededor estaban compuestos de moléculas vibrantes y de átomos hechos de partículas que perpetuamente crean y destruyen otras por interacción.
"Sabía que la atmósfera terrestre es continuamente bombardeada por huracanes y rayos cósmicos, partículas de energía que sufren numerosas colisiones a medida que penetran en la atmósfera. Todo eso me resultaba familiar como investigador en física de alta energía, pero hasta entonces, no lo conocía sino por medios de gráficos, de diagramas, de teorías metemáticas.

"Mi experiencia de la Danza de Shiva fue precedida por muchas otras similares. Comprendí que poco a poco comienza a emerger de la física moderna una visión del universo coherente con la antigua sabiduría oriental..."

Las tres principales danzas de Shiva son:

1. Nadanta: la danza celestial en su aspecto de Natarája, con cuatro brazos y el círculo de fuego;

2. Muyalaka: también llamada Avidya o Asura, en la cual él danza sobre el demonio que representa la ignorancia, derrotándolo;

3. Tándava: es la danza de la muerte y la destrucción, donde Shiva, en el final de cada ciclo cósmico, aniquila el mundo saltando sobre sus talones, con un cráneo en una mano y una serpiente naja en la otra.
La identificación con las imágenes arquetípicas es llamada Mudranyása, y es obtenida a través de los gestos y bhavas (expresiones).

La danza india siempre trabaja con estos dos recursos, mudrá y bhava.

Siendo la mayoría de las danzas en india una recreación de historias y mitos del hinduísmo, el nyása es elaborado a partir de mudrás que "hablan" de esos mitos.

El danzarín debe sentir ésa identificación, que es procesada a nivel emocional con los largos años de preparación constante."

Fragmento extraído de "Mudrá, gestos de Poder". El fragmento dentro del fragmento, que pertenece a Fritjot Capra, ya lo hemos visto citado con anterioridad por André Van Lysebeth y en ésta oportunidad por Pedro Kupfer, por lo que queda evidenciada la importancia que las consideraciones de Capra a través de "El Tao de la Física" tuvieron dentro del mundo del Yoga y las filosofías orientales.


María de la Cruz Rojo

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